Debes saber que cuando dejas de fumar y te encuentras tan mal que te quedas todo el día en el sofá o metido en la cama inmerso en un mar de angustia y tristeza, no está provocado por la abstinencia. La falta de tabaco no hace eso. La ausencia de cigarrillo no produce por sí sola que llores un día tras otro y se apodere de tu voluntad por completo…ahí hay algo más. El Miedo es el que te bloquea, te agita, te paraliza y te hunde. Tienes que ser más fuerte que tus miedos. Tienes que salir contra todos tus huracanes internos, ducharte, vestirte e irte a la calle aunque tu mente te diga lo contrario. Si te dejas dominar por tus miedos, el triunfo no llegará.
Mucho del poder que posee la nicotina se la atribuimos nosotros
Los miedos tienen la capacidad de amplificar la abstinencia, haciéndote creer que la situación es insuperable
P.M. Alles – Psicólogo y escritor del manual para dejar de fumar: Fumabook